martes, 8 de febrero de 2011

A contraluz

Normalmente la mayoría de los amaneceres y atardeceres pasan inadvertidos ante nuestro ojos posiblemente porque estos se produzcan sobre cielos totalmente despejados y sin ningún tipo de atractivo visual,en estos caso hay que echar mano de la imaginación y añadir alguna figura en el encuadre y así poder justificar y compensar un poco el madrugón en el caso de los amaneceres y el estar hasta tarde con la cámara a cuesta en el caso de los atardeceres.










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